viernes, 8 de enero de 2010

Racimo Multiespacio (re)abre sus puertas muy pronto...


Energía. Emoción. Talento.

Una vez más, la buena música despierta un entusiasmo sin límites.

La sensibilidad está a la misma altura. Sonidos y aplausos en sintonía perfecta, como una respuesta refinada generando momentos históricos de intensa y rara inspiración.

La vida, esa gran madre de todas las felicidades coloca de un lado lo inesperado, lo imprevisible, lo elocuente, lo revolucionario, lo clásico, y del otro lado un verdadero mundo mágico de sensaciones a flor de piel, experimentadas por personas que no dudan en abrir su corazón para vibrar frente a tanta belleza.

Gente que toca, gente que canta, gente que escucha, jurando una especie de amor eterno estimulados por una energía que parece no tener fin.

En el aire, en el clima, en el corazón, frente a frente, mirada a mirada, el artista y vos, juntos en Racimo.

La buena música bajo etiquetas diferentes: jazz, tango, folklore, clásica, rock, fusión, pop. Escuelas, estilos, experiencias diferentes promoviendo un intercambio musical jamás experimentado en San Rafael y alrededores.

Placer. Entretenimiento. Alegría.

La buena música, en este siglo 21 que transitamos acelerada y globalmente permanece viva, actual, haciendo de las suyas en el corazón de la gente. En el tuyo.

Ella nos lleva con la imaginación y los sueños a vivir enormes aventuras por mundos que están ahí, en la atmósfera, envueltos en pureza, magia, encantamiento, en alegrías nunca imaginadas, en brillos y sensaciones totalmente fuera de nuestro control.

Racimo. El mejor lugar en San Rafael y alrededores para escuchar buena música, disfrutar buen teatro, contemplar y adquirir una obra de arte, un disco, un libro, tomar un sabroso café, un vino profundo, degustar una picada canyengue o una pizzeta con swing. Todos los días de la semana, todos los meses del año, todos los años.

El espacio físico es diferente, más grande. Pero la mística es la misma y el piano alemán también.

Seguimos en el centro de la ciudad.

Bombal 55.

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